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La madera como materia prima primigenia presente en la naturaleza, y que su utilización en construcción se remonta al neolítico, resulta un material ideal a la hora de diseñar instalaciones estructurales para nuestros jardines, donde se integra con el entorno y aporta, calidez, belleza y diseño en porches, pergolas y cenadores.
Bajo la palabra genérica madera, se encuentran incluidas infinidad de especies diferentes cada
una con su características y particularidades, otorgándoles por concepto y de forma equivocada, a todas,
las mismas propiedades y creencias de uso.
En España el tipo de madera utilizada tanto por instaladores autónomos como por empresas, es la madera de abeto, dado que tanto
por sus cualidades y características de resistencias mecánicas, como por su
costo asequible, en comparación a otras especies, de crecimiento más lento, las
hacen ideales como elemento constructivo.
Las principales explotaciones de abetos de gestión sostenible se encuentran en el norte y centro Europa, de donde se abastece, en su mayoría, el mercado español.
El abeto, una de las variantes más
resistentes, es con frecuencia la especie elegida como propuesta para proyectos estructurales. La
albura, parte blanda de la madera, es de color blanco amarillento. El duramen,
células muertas que proporcionan dureza y resistencia al árbol es de color rojo. De fibra recta y dureza
media, es apropiada para técnicas de armados y vigas laminadas.
En la realización de sus proyectos , arquitectos e
ingenieros, a la hora de seleccionar el tipo de madera de uso estructural para aplicar, su primera elección es el abeto. Generalmente se reconoce su perfecta proporción, resistencia-peso. Asimismo aporta una excelente capacidad de soporte y sujeción al clavado y
atornillado.
Debido a las características físicas, que proporciona, para su elaboración,
al equilibrio de su duramen y a su buena resistencia dimensional, conlleva a ser la madera perfecta de aplicación general
para las estructuras que se instalan en jardines, áticos etc, como, porches, pergolas, cenadores.
La madera de abeto, como producto natural que es, esta expuesta a encogimientos y agrietamientos pero de forma moderada en comparación a otras especies y en ningun caso afectaran su s niveles de resistencia.
Estas cualidades la hacen perfecta para su uso en climas de diferencias extremas entre el invierno y el verano.
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